La cama Montessori es cada vez más popular en la actualidad entre aquellos padres y madres que quieren educar a sus hijos/as mediante el método Montessori. Lo cierto es que aparte de ser un producto bonito y acogedor, es una forma de crianza que potencia la autonomía e independencia del/a pequeño/a. ¿Quieres saber con más detalle qué aporta este tipo de cama? ¡Estás en el lugar correcto!
En este artículo, te contamos qué es la cama Montessori, cuándo empezar a usarla, los beneficios que ofrece para los/as más pequeños/as de la casa y qué complementos son ideales para añadirle.
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Índice de contenidos
¿Qué es la cama Montessori?
La cama Montessori es un tipo de cama diseñada siguiendo los principios pedagógicos desarrollados por la educadora María Montessori. Estas camas pretenden fomentar la independencia y autonomía de los niños/as, promoviendo un entorno que les permita explorar y aprender de forma segura. Algunas de las características más destacadas de la cama Montessori son las siguientes:
- Baja altura: esto facilita que los niños y niñas puedan entrar y salir de la cama de forma autónoma, sin necesitar la ayuda de un/a adulto/a.
- Sin barreras laterales: esto les permite tener acceso libre a su entorno, fomentando su independencia y la capacidad de moverse por la habitación.
- Espacio para libertad de movimiento: se busca ofrecer el espacio suficiente alrededor de la cama para que los/as niños/as puedan moverse con facilidad.
¿Cuándo empezar a usar la cama Montessori?
La cama Montessori está pensada para adaptarse al crecimiento y a las diferentes etapas del/a pequeño/a, por lo que no existe una edad mínima para empezar a usarla. Sin embargo, la edad recomendada para comenzar a utilizarla es entre los 2 y los 3 años, cuando el/a niño/a ya sabe subir y bajar de la cama de manera totalmente segura. Cabe tener en cuenta que cada persona es diferente y desarrolla sus capacidades a ritmos distintos, por lo que la edad mínima es totalmente relativa.
¿Qué beneficios ofrece?
La cama Montessori ofrece varios beneficios que se alinean con los principios educativos de María Montessori. Algunos de los más destacados son los siguientes:
- Desarrollo de la autonomía: el diseño de la cama permite que los/as niños/as entren y salgan de la cama de forma autónoma.
- Libertad de movimiento: el hecho de eliminar las barreras laterales permite que los/as niños/as exploren el entorno de manera más activa.
- Aumento de la autoestima y confianza: los/as pequeños/as participan activamente en su cuidado personal, realizando acciones por sí mismos.
- Entorno de sueño positivo: al eliminar elementos que podrían generar ansiedad, como barandas altas, se crea un entorno de sueño más cómodo y tranquilo.
- Fomento de la responsabilidad: al brindar a los/as niños/as la responsabilidad de cuidar de su propio espacio de descanso, se fomenta un sentido de responsabilidad desde una edad temprana.
- Transición suave: la transición de una cuna a una cama Montessori puede ser más suave y menos disruptiva para algunos/as.
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Complementos para la cama Montessori
Cuando se trata de complementos para una cama Montessori, el objetivo principal es crear un entorno que fomente el juego creativo y el aprendizaje activo. Para ello, existen algunos ejemplos de complementos que podrían tenerse en cuenta para añadir a la cama:
- Estanterías bajas.
- Espejos a baja altura.
- Alfombras o tapetes.
- Gancho para colgar ropa.
- Luz nocturna suave.
- Elementos de decoración accesibles, como obras de arte.
- Cajones o cajas a baja altura.
- Ropa de cama suave y transpirable.
- Cojines y almohadones.
Por todo lo comentado, podemos concluir en que la cama Montessori ofrece una transición suave hacia la autonomía infantil al proporcionar un entorno de sueño que fomenta la independencia y el juego activo.