El bloqueador solar viene como loción, crema, aerosol, etc., pero, en cualquier forma, su objetivo es el mismo: disminuir los efectos de la radiación solar. Proteger tu piel no es irrelevante, en esa importante misión cuentas con productos que, a través de filtros, crean una barrera contra los rayos UVA y UVB, evitando que penetren en tu organismo.
¿Quieres saber más de sus beneficios ? Sigue leyendo, te contamos todo a continuación. Y si quieres aprender más del tema de manera profesional, su importancia y cómo aplicar este producto, consulta nuestra Maestría en Dermatología.
Índice de contenidos
¿Cuál es la diferencia entre el protector solar y el bloqueador solar?
Debes saber que, a pesar del nombre similar, los protectores solares y los bloqueadores para el sol no son lo mismo. Los primeros son protectores químicos que absorben la radiación, reduciendo la cantidad de rayos que penetran la piel. Los segundos van más allá, pues, al reflejar el sol, impiden por completo la llegada de este a las capas más profundas.
Además, los bloqueadores solares ayudan a:
- Reducir el riesgo de cáncer.
- Mantener la piel sana, natural y bonita.
- Previene irritación, enrojecimiento y alergias.
- Protege vitaminas como el colágeno, la queratina y la elastina, evitando así las manchas.
- Hidrata la piel, oponiéndose a la sequedad ocasionada por el sol.
- Prolonga un bronceado natural y seguro.
- Retrasa el envejecimiento.
¿Qué tanto protege el bloqueador solar?
Nada previene al 100 % los daños, pero hay indicaciones para sacar el mejor provecho a nuestro bloqueador solar. Procura aplicarlo media hora antes de la exposición (aunque existen fórmulas mejoradas que actúan al instante) y recuerda que, aunque hay resistentes al agua, ninguno es a prueba de ella, por lo que, si te mojas, debes colocar de nuevo. Su uso diario favorece la salud.
También ayuda saber el significado de SPF (factor de protección solar) y el porcentaje de protección que ofrece de cada uno de ellos:
- SPF 15 – 93 %
- SPF 30 – 97 %
- SPF 50 – 98 %
- SPF 100 – 99 %
Además, existe una clasificación de fotoprotectores según su composición:
- Los que contienen ácido para-amino benzoico y sus derivados.
- Cinamato.
- Contienen benzofenonas.
- Aquellos derivados del benzimidazol.
- Bencilidenos y derivados del alcanfor
Tipos de protectores solares
Hay dos tipos de protectores solares:
- Filtros físicos: estos también son llamados pantallas totales. Reflejan toda la radiación solar, impidiendo que esta penetre en la piel y produzca enrojecimiento, quemaduras, etc. Hay que aplicarlos en capa gruesa y apenas se notan utilizando el dióxido de titanio.
- Filtros químicos: actúan absorbiendo la radiación solar y transformándola en otro tipo de energía no dañina a la piel. Dan lugar a los factores de protección solar (FPS).
Un buen filtro solar debe reunir las siguientes cualidades:
- Buena capacidad de absorción de las radiaciones ultravioletas.
- Resistencia a los agentes externos: sudor, agua, etcétera.
- No causar irritación a la piel.
- Ser estable al sol.
- Inodoro e insípido.
Consecuencias de la radiación solar
La exposición al sol es buena, produce vitamina D, mineraliza los huesos, equilibra el colesterol y fortalece al sistema inmunológico. Si es así, ¿por qué protegernos? La respuesta está en el exceso, pues estas son las consecuencias de recibir radiación solar por tiempo prolongado:
- Mayor producción de radicales libres, los cuales causan daño oxidativo que, a la larga, lleva a daño celular.
- Envejecimiento prematuro.
- Desarrollo de alergias.
- Quemaduras solares.
- Absorción directa al ADN de los rayos UVB, provocando daño cutáneo y aumentando las posibilidades de cáncer de piel.
¿Dónde aprender sobre los cuidados de la piel?
El bloqueador solar es apenas una de las muchas formas para cuidar la piel. No te limites y continúa informándote sobre otros métodos con la maestrías que ofrecemos acerca del cuidado de la piel.
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