Si estas iniciando una dieta, la paciencia y el esfuerzo son las claves principales para lograr tus objetivos. Nada de evitar una alimentación balanceada, eliminar grupos de alimentos o dejar de comer hidratos de carbono. Todo dependerá de las recomendaciones que te haga un profesional para que sea un proceso adecuado y saludable. Sin embargo, es posible que durante este camino puedas sentir un poco de hambre por haber cambiado tus hábitos alimenticios. Por esa razón, te damos algunos consejos para que sigas tu plan sin problemas. También, puedes formarte en el ámbito de nutrición y dietética, y convertirte en un especialista.
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¿Cómo seguir una alimentación balanceada sin pasar hambre?
Existen muchos motivos para abandonar una dieta. Y es que nadie dijo que fuera algo fácil de hacer. Muchas veces, las redes sociales complican esta meta por las publicaciones que dicen que perder peso es muy sencillo. Nada más lejos de la realidad. Olvídate de las dietas milagro o los productos para adelgazar en pocos días, la perseverancia es la herramienta principal.
No obstante, algunas personas requieren de otros consejos para corregir malos hábitos sin que pasen hambre. Por ello, a continuación, te damos algunas claves para mantener una alimentación balanceada sin sufrir.
Identifica el hambre emocional
Lo más recomendable es que acudas a un profesional de la nutrición para que diseñe tu plan alimenticio sin que pases hambre. En verdad, saciar el apetito es tan importante como dormir bien y estar bien hidratado. Sin embargo, la dieta debe ajustarse a tus necesidades nutricionales para que tengas el aporte calórico diario mínimo y te sientas bien.
En este sentido, es posible que te dé hambre durante el día, pero puede ser que esta sea más del tipo emocional que fisiológica. Confundir ambas puede frustrar tu objetivo para bajar de peso o empezar una vida más sana.
Haz los cambios lentamente
Querer ver la transformación en pocos días es prácticamente imposible y esto puede afectar negativamente tu proceso. Hacer las cosas de manera rápida te llevará a pasar hambre, estar de mal humor y romper la alimentación balanceada.
Lo que más te recomendamos es cambiar poco a poco tu forma de comer y seguir las indicaciones del experto que haya diseñado tu dieta. La paciencia será tu mejor aliada.
Cambia tu manera de cocinar para una alimentación balanceada
Aunque no lo creas, el modo de cocinar determina la saciedad que te producirán los platos que comes. Por ejemplo, si preparas un plato de papas fritas, este te aportará muchas calorías, pero no te saciará. En cambio, comer un puñado de nueces saciará tu hambre fisiológica y te aportará un valor nutricional alto.
Por ello, debes apostar por alimentos que se puedan cocinar a la plancha, al vapor o al horno. Así, evitarás el aumento de calorías vacías y puedes variar ingredientes.
Evita azúcares y alimentos procesados
Está demostrado que el azúcar añadido produce en el cerebro un efecto similar al que tienen ciertas sustancias psicotrópicas. Realmente, el azúcar genera adicción y es uno de los principales problemas de este ingrediente que se encuentra en diversos productos procesados.
Elimina estos productos de cocina rápida y dedícale tiempo a la cocina. Acostumbra al cuerpo a los azúcares naturales, apostando por frutas y verduras que te den las energías en materia de hidratos. Poco a poco te acostumbrarás al sabor real (sin azúcar) de los alimentos.
Prepara colaciones saludables
Repartir el número de ingestas que haces a lo largo del día es fundamental para mantener una alimentación balanceada y equilibrar el aporte calórico a lo largo del día. Elige colaciones saludables que ayuden a saciarte sin que aporten calorías excesivas. Los lácteos, los frutos secos acompañados de un té o una pieza de fruta o verdura son opciones perfectas.